- Hace unos días un hospital de Barcelona solicitaba por escrito a un bebe fallecido su número de la seguridad social, a pesar de que la pequeña nació muerta. Fuentes del centro aseguraban que se trató de un “error informático”.
- Ambos Consejos Generales recuerdan que tras estos “errores informáticos” siempre hay una mano humana, ya sea por una mala praxis en su uso o por una mala praxis en su diseño y por lo tanto debería existir también una responsabilidad concreta y determinada sobre los perjuicios ocasionados.
En relación a la noticia aparecida recientemente respecto al envío de una carta por parte de un hospital de Barcelona a nombre de un bebé fallecido en la que el hospital solicita su número de la Seguridad Social, a pesar de que la pequeña nació muerta, y a las posteriores declaraciones a la prensa, en la que fuentes del centro han asegurado que se trata de un “error informático”, los Consejos Generales de Colegios de Ingenieros e Ingenieros Técnicos en Informática quieren manifestar que:
Los medios de comunicación deberían ser conscientes de que lo que en realidad esconde la expresión “fallo informático” no es más que el encubrimiento de la incapacidad para mantener los datos de los ciudadanos seguros, exactos y puestos al día en algunos casos, o bien para construir y diseñar sistemas informáticos seguros.
Sea como fuere, siempre hay una mano humana, ya sea por mal uso o mal diseño de un sistema informático, y por tanto deberá existir también una responsabilidad concreta y determinada sobre los perjuicios ocasionados.
El concepto “fallo informático” es, por tanto, un eufemismo carente de sentido y debería ser desterrado del vocabulario de los medios de comunicación.
Ambas entidades profesionales no tolerarán que la depuración de las responsabilidades de los acontecimientos termine habitualmente en un “fallo informático” y denunciará públicamente aquellos “fallos informáticos” que puedan comprometer el interés general, y su uso como elemento exculpatorio de responsabilidades políticas, ante la pasividad de los diferentes Gobiernos para establecer un marco regulador de la informática que garantice la seguridad de la ciudadanía, apoyada fundamentalmente en un ejercicio responsable.
Sólo una adecuada ordenación de la profesión puede asegurar que los sistemas informáticos que gobiernan nuestros transportes, las finanzas, la sanidad, la energía, la educación, etc, cumplan con su cometido y que, de esta manera, cada cual asuma las responsabilidades de sus actos. Una sociedad cívica se construye bajo la premisa de la responsabilidad, y no de la evasión de la misma.
Finalmente, queremos expresar a la familia nuestro profundo pesar por los hechos acontecidos y ofrecer la ayuda de los Consejos Generales para tratar de esclarecer la verdad de los hechos desde un punto de vista pericial.
Fuentes de la Nota de Prensa:
La Vanguardia, 20minutos, La Información, ABC
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